EFEMADRID/La Verdad
José Luis Rodríguez Zapatero retomó la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica tras el breve descanso navideño y recibió este lunes en La Moncloa a los presidentes de Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha y Murcia. En esta segunda etapa de conversaciones autonómicas, el presidente del Gobierno anunció la creación de un nuevo fondo económico para compensar a las comunidades con un bajo crecimiento demográfico con la intención de impulsar el aumento de la población en las autonomías que crecen por debajo de la media española.
Con esta novedad en la reforma planteada en términos generales la pasada semana por el ministro de Hacienda, el presidente del Gobierno intentó satisfacer las necesidades de las autonomías que no podían beneficiarse del fondo de competitividad, al que acceden los territorios más ricos, en los que más ha crecido la población, y tampoco encajaban en los parámetros previstos para el de convergencia, destinado a las regiones más pobres.
El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que conoció la noticia en su reunión con el jefe del Ejecutivo, no encontró en el nuevo fondo motivos «para expresar una extraordinaria satisfacción», pero rebajó el tono de las críticas con las que, en un primer momento, su Gobierno recibió la propuesta gubernamental. Según Herrera, éste y otros datos aportados por Rodríguez Zapatero «son elementos abiertos a nuevas expectativas en las que habrá que seguir insistiendo».
En todo caso, reiteró que Castilla y León no aceptará un modelo que no tenga en cuenta los términos de su Estatuto de Autonomía, que exige una financiación que pondere la superficie, la dispersión de la población, la baja densidad demográfica y el envejecimiento de los habitantes.
Tal y como está planteado, rechazó el fondo de competitividad, pero destacó que el destinado a impulsar el crecimiento de la población «podría recoger nuestras aspiraciones». «Es una buena línea, la línea acertada», concedió, si bien prefirió esperar a conocer los datos concretos de porcentajes y aplicación de los mencionados parámetros que modularán la financiación de los distintos territorios.
Negociación multilateral
Herrera apuntó el riesgo de que el incremento de la corresponsabilidad fiscal que prevé el nuevo sistema de financiación autonómica vaya en detrimento de la solidaridad.
Recordó que la negociación está todavía muy abierta y tendrá que concluir con una discusión multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en la que participarán todas las autonomías y el Gobierno central. «En ese marco multilateral nos veremos las caras», dijo y apuntó que «todos tendremos que ceder». Pero el presidente castellano-leonés, que es uno de los 'barones' autonómicos del PP más reticente con la propuesta del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, se adelantó a la posible conclusión de la negociación. «Si, como dijo el presidente, todos ganan con el nuevo sistema de financiación será complicado decir que no», reconoció.
El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, encontró en la ruptura de la bilateralidad un elemento positivo de la actual situación de la negociación a múltiples bandas aunque expresó su «decepción» por la negativa del presidente del Gobierno a satisfacer la deuda histórica de su autonomía, cifrada en 1.60 millones de euros, en función del crecimiento de su población en los años de vigencia del actual modelo sin que haya sido actualizado su cálculo para la financiación. Valcárcel también se quejó de la "imprecisión" de las propuestas gubernamentales y criticó la solución de Rodríguez Zapatero a las reivindicaciones autonómicas. «Da la sensación de que cuando viene un presidente con su problema, bajo la chistera, hay un nuevo fondo», denunció .
Más optimista se mostró el presidente de Aragón, el socialista Marcelino Iglesias, quien vio en el documento marco del Gobierno una propuesta «que va en la buena dirección y permitirá llegar a un acuerdo». También celebró el anunció del nuevo fondo que tendrá en cuenta la evolución demográfica de las regiones que tienen un crecimiento inferior a la media pero cuyas circunstancias exigen mayor financiación. Aragón presenta características similares a las de la comunidad castellano leonesa, e Iglesias mostró su satisfacción porque Rodríguez Zapatero le dio garantías de que el nuevo sistema va a ponderar la superficie de la región, la dispersión de sus habitantes y el envejecimiento de su población.
El presidente aragonés precisó que, además de Aragón y Castilla y León, se beneficiarán del nuevo fondo de impulso al crecimiento demográfico Asturias y Extremadura. Además, explicó que los fondos no son excluyentes de modo que una autonomía podría acogerse a varios porque el nuevo modelo contempla «parámetros universales y otros específicos». Ello obedece, según explicó, al deseo de Rodríguez Zapatero de que el sistema de financiación sea «muy pegado al suelo, que contemple las especificidades de cada territorio».
Con esta novedad en la reforma planteada en términos generales la pasada semana por el ministro de Hacienda, el presidente del Gobierno intentó satisfacer las necesidades de las autonomías que no podían beneficiarse del fondo de competitividad, al que acceden los territorios más ricos, en los que más ha crecido la población, y tampoco encajaban en los parámetros previstos para el de convergencia, destinado a las regiones más pobres.
El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que conoció la noticia en su reunión con el jefe del Ejecutivo, no encontró en el nuevo fondo motivos «para expresar una extraordinaria satisfacción», pero rebajó el tono de las críticas con las que, en un primer momento, su Gobierno recibió la propuesta gubernamental. Según Herrera, éste y otros datos aportados por Rodríguez Zapatero «son elementos abiertos a nuevas expectativas en las que habrá que seguir insistiendo».
En todo caso, reiteró que Castilla y León no aceptará un modelo que no tenga en cuenta los términos de su Estatuto de Autonomía, que exige una financiación que pondere la superficie, la dispersión de la población, la baja densidad demográfica y el envejecimiento de los habitantes.
Tal y como está planteado, rechazó el fondo de competitividad, pero destacó que el destinado a impulsar el crecimiento de la población «podría recoger nuestras aspiraciones». «Es una buena línea, la línea acertada», concedió, si bien prefirió esperar a conocer los datos concretos de porcentajes y aplicación de los mencionados parámetros que modularán la financiación de los distintos territorios.
Negociación multilateral
Herrera apuntó el riesgo de que el incremento de la corresponsabilidad fiscal que prevé el nuevo sistema de financiación autonómica vaya en detrimento de la solidaridad.
Recordó que la negociación está todavía muy abierta y tendrá que concluir con una discusión multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en la que participarán todas las autonomías y el Gobierno central. «En ese marco multilateral nos veremos las caras», dijo y apuntó que «todos tendremos que ceder». Pero el presidente castellano-leonés, que es uno de los 'barones' autonómicos del PP más reticente con la propuesta del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, se adelantó a la posible conclusión de la negociación. «Si, como dijo el presidente, todos ganan con el nuevo sistema de financiación será complicado decir que no», reconoció.
El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, encontró en la ruptura de la bilateralidad un elemento positivo de la actual situación de la negociación a múltiples bandas aunque expresó su «decepción» por la negativa del presidente del Gobierno a satisfacer la deuda histórica de su autonomía, cifrada en 1.60 millones de euros, en función del crecimiento de su población en los años de vigencia del actual modelo sin que haya sido actualizado su cálculo para la financiación. Valcárcel también se quejó de la "imprecisión" de las propuestas gubernamentales y criticó la solución de Rodríguez Zapatero a las reivindicaciones autonómicas. «Da la sensación de que cuando viene un presidente con su problema, bajo la chistera, hay un nuevo fondo», denunció .
Más optimista se mostró el presidente de Aragón, el socialista Marcelino Iglesias, quien vio en el documento marco del Gobierno una propuesta «que va en la buena dirección y permitirá llegar a un acuerdo». También celebró el anunció del nuevo fondo que tendrá en cuenta la evolución demográfica de las regiones que tienen un crecimiento inferior a la media pero cuyas circunstancias exigen mayor financiación. Aragón presenta características similares a las de la comunidad castellano leonesa, e Iglesias mostró su satisfacción porque Rodríguez Zapatero le dio garantías de que el nuevo sistema va a ponderar la superficie de la región, la dispersión de sus habitantes y el envejecimiento de su población.
El presidente aragonés precisó que, además de Aragón y Castilla y León, se beneficiarán del nuevo fondo de impulso al crecimiento demográfico Asturias y Extremadura. Además, explicó que los fondos no son excluyentes de modo que una autonomía podría acogerse a varios porque el nuevo modelo contempla «parámetros universales y otros específicos». Ello obedece, según explicó, al deseo de Rodríguez Zapatero de que el sistema de financiación sea «muy pegado al suelo, que contemple las especificidades de cada territorio».
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