martes, 29 de septiembre de 2009

Zapatero y Rajoy, cada vez más lejos


El 'caso Gürtel' y la subida de impuestos profundizan la brecha entre Gobierno y oposición y complican las perspectivas de acuerdos
A. SOTO COLPISA. MADRID/ la Verdad

Pocos espacios quedan para el acuerdo entre el Gobierno y la oposición. La subida de impuestos anunciada por el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, le ha servido al líder del PP, Mariano Rajoy, para redoblar sus ataques contra una política gubernamental que no duda en calificar de «poco seria». Con la crisis como telón de fondo, el PP quiere ser «el portavoz de muchos españoles preocupados por las equivocaciones de Zapatero», dijo ayer Rajoy en una entrevista en Punto Radio en la que también acusó al fiscal general del Estado de tratar con distinto rasero a los cargos socialistas y a los populares implicados en supuestos casos de corrupción. El presidente, sin embargo, no está dispuesto a renunciar a su proyecto político, «social y solidario», pese a los ataques del PP. «Creo en un país en el que sus ciudadanos sepan que no se van a quedar en una situación desesperada», respondió Zapatero en la Cadena Ser.
Financiación ilegal del PP
J. L. Rodríguez Zapatero. «No quiero prejuzgar a nadie, pero cuando hay problemas en un partido político, sus dirigentes deben corregirlo. Me parece insólito, y es una prueba del estilo de Rajoy, no asumir responsabilidades. El sentido de la responsabilidad es básico en estas circunstancias. Echar la culpa a los demás es absurdo. Cuando estalló el 'caso Filesa', como miembro del PSOE, yo sentí preocupación. En cualquier caso, hay que enviar un mensaje a la ciudadanía: las instituciones funcionan».
Mariano Rajoy. «Con Camps hablo a menudo. La situación del PP de la Comunidad Valenciana es diabólica porque nuestro partido tiene que demostrar su inocencia cuando lo normal sería que alguien tuviera que probar su culpabilidad. Sabemos que existe un informe policial, que ha sido rechazado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que sostiene que algunos actos del PP los ha financiado alguien ajeno al partido. Pero el PP dice que no es así, y yo tengo que confiar en la gente de mi partido. Espero que hagan un esfuerzo por explicar esta situación. Lo que sí afirmo es que el fiscal general del Estado trata de forma diferente al PSOE y al PP y afirmo también que en este país se han filtrado actuaciones sumariales que han sido declaradas secretas por los tribunales y ni el fiscal ni la Policía lo ha investigado. Cuando gobernó el PP, jamás hubo situaciones de este tipo».
Política impositiva
R. Z. «Me resultaría más fácil no tocar ningún impuesto y seguir tirando de la deuda, y allá el futuro del país. Pero algunas cosas hay que hacerlas cuando hay que hacerlas. Nuestro país tiene una presión fiscal 7 puntos inferior a la media europea. Un esfuerzo de un punto más es asumible. Los ciudadanos con mayor renta de capital, los más ricos, unos 150.000 ó 200.000, van a contribuir con unos 6.000 ó 7.000 euros más al año, aunque habrá gente que pague hasta 25.000 euros más. En este punto, la postura del PP es de una gran hipocresía, porque critica la subida de impuestos pero a la vez, los ayuntamientos que gobiernan y sus comunidades autónomas nos piden más dinero. Si usted adopta la política de bajar impuestos, dígaselo a sus administraciones para que no pidan más dinero».
M. R. «Se puede salir de la recesión bajando impuestos, aunque eso requiere una política de austeridad en las administraciones. Yo abogo por una rebaja de impuestos selectiva a los autónomos y a las 'pymes'. La clave es generar confianza, decir la verdad, ha blar claro. Y este Gobierno no ha dicho la verdad. En su discurso de toma de posesión, delante del Congreso de los Diputados, prometió que no iba a subir los impuestos, igual que decía su programa electoral. Pero 'donde dije digo, digo Diego'».
Desempleo
R. Z. «La tasa de paro de España es la más alta de la Unión Europea por razones estructurales y sociales. En esta crisis, hemos perdido 1.400.000 empleos, una cifra muy dura. Pero hoy tenemos que ayudar a esos desempleados con ayudas como los 420 euros. Protejámosles con una prestación hasta que encuentren un trabajo. Yo creo en un país solidario que no deje en una situación desesperada a quienes peor lo están pasando».
M. R. «Yo les diría a los desempleados que no pierdan la esperanza y sigan dando la batalla, que no se rindan nunca e intentan, aunque sea muy difícil, encontrar trabajo. También les diría que si tienen la oportunidad de aprender algo, que lo hagan. Y que tengan la seguridad de que las cosas se pueden hacer de una manera diferente a como las está haciendo este Gobierno».
Diálogo social
R. Z. «En esta crisis se ha hablado de abaratar el despido, de que los empresarios tengan más libertad para despedir y los trabajadores, menos derechos. Los poderosos son todos aquellos que han exigido estas cosas, pero la mayoría de los ciudadanos no está de acuerdo con la pérdida de derechos laborales de los trabajadores. A los poderosos les falta sensibilidad y una cierta visión del país. No sólo hay que hacer una reforma laboral, también hay que reformar muchas cosas en el ámbito de las empresas. El Gobierno tiene su proyecto y su opción; habrá otros».
M. R. «Encuentro positivo que a nadie se le haya ocurrido convocar una huelga general pero hacer una huelga a las empresas, como he escuchado por ahí, sería disparatado. Durante un año, los sindicatos y los empresarios han hablado, pero no han llegado a ningún acuerdo, y yo se lo reprocho al Gobierno, que debe liderar el diálogo. El Gobierno tiene la obligación de poner un papel encima de la mesa».
Acuerdos PSOE-PP
R. Z. «La manera de hacer política de Rajoy es interesada y se basa sólo en descalificar al Gobierno. Aun así, en los próximos días voy a llamarle para intentar llegar a acuerdos con él en dos asuntos cruciales para el futuro, como son la educación y la energía, donde nos jugamos buena parte del modelo económico y de bienestar. Pero objetivamente, son muchas las descalificaciones y pocas las ideas y las propuestas».
M. R. «Yo apoyo al Gobierno en asuntos importantes como el terrorismo, donde se ha producido una rectificación respecto a la pasada legislatura, o el envío de tropas a Afganistán. Estoy dispuesto a hablar del Gobierno de lo que sea. Pero una cosa es estar dispuesto a hablar con el Gobierno y otra muy distinta es querer que el PP se convierta en cómplice de una política económica disparatada. Si apoyo la política de gasto público del Gobierno y la subida de impuestos, España se queda sin una referencia, sin una esperanza y sin una alternativa. Las cosas se deben hacer de otra manera porque ahora se están haciendo muy mal. Zapatero no hace caso a nadie. Se cree en la posesión absoluta de la verdad, y ésa es una política suicida».
Triunfo de Merkel
R. Z. «Los resultados electorales de cada país dependen de lo que ocurre en cada país. En Alemania, el SPD ha recibido un castigo por estar en el Gobierno pero no acabar de definir su ideología. Hablé con Merkel en Pittbursgh sobre la situación de la planta de Opel en Figueruelas tras la entrada de Magna en la empresa. Ella se comprometió a estudiar a fondo todo el plan de reestructuración».
M. R. «Merkel lo hizo bien y en cierta manera, representa una forma de hacer política totalmente opuesta a la del Gobierno de España. Inspira confianza, tiene credibilidad, es una persona seria que no dice un día una cosa y al día siguiente, la contraria, y además, piensa en el medio y en el largo plazo».
Pero los motivos de disputa no acaban ahí. Mariano Rajoy rechaza también la reforma de la ley del aborto, aprobada en el Consejo de Ministros del pasado sábado, «por razones de fondo y forma». «No estoy de acuerdo con que una niña de 16 años pueda abortar sin el conocimiento de sus padres. Esto representa un ataque a la línea de flotación de la familia, como son los valores del cariño y el afecto», aseguró Rajoy, que subrayó el apoyo del PP a la manifestación contra esta ley, que se celebrará el 17 de octubre, aunque el líder popular anunció que no acudirá a la marcha «para no politizarla».
Por su parte, Zapatero negó que la 'vieja guardia del PSOE' esté arrinconada y recordó que las dos vicepresidentas del Gobierno y el ministro del Interior, entre otros, ya ejercían como altos cargos en los Ejecutivos de Felipe González. «He procurado, procuro y procuraré contar siempre con los mejores sin mirar si estuvieron antes o no», aseguró el presidente del Gobierno, que concluyó afirmando que sus hijas están «animadas, bien» después de haberse convertido en protagonistas involuntarias al romper su anonimato de los últimos cinco años y aparecer en una foto con sus padres y el matrimonio Obama.

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