domingo, 15 de febrero de 2009

Se reanudan las labores de búsqueda de Marta del Castillo tras la confesión de autoría de su novio

15.02.09 - 09:14 -
ANTONIO MONTILLA / AGENCIAS SEVILLA/ La Verdad
Esta mañana se han reanudado las labores de búsqueda de la joven Marta del Castillo, desaparecida hace 22 días, en las cercanías de una pasarela sobre el río Guadalquivir, en la zona de Camas. Ayer se supo que la joven sevillana, de 17 años, murió a las pocas horas de su desaparición. La asesinó una persona de su entorno, en concreto, un amigo de su pandilla con el que había mantenido una relación sentimental durante poco más de un mes.
De la noche que desapareció Marta, el 24 de enero, sólo se sabía que Miguel C.D., de 20 años, aseguró que la acompañó, sobre las nueve y media de la noche, hasta las inmediaciones de su casa . Un hecho que quedó probado por el testimonio de dos vecinas que declararon que la vieron en el portal a esa hora. Lo que no contó Miguel D.C., principal sospechoso para Antonio del Castillo desde que echó en falta a su hija, es que regresó a los pocos minutos al domicilio de la joven, en la calle Argoantonio -cerca de la estación de Santa Justa- y se la llevó. El secreto del sumario impide conocer si fue contra la voluntad de la joven. Varios testigos, claves en las pesquisas, contaron a la Policía haber visto a Marta junto a un joven la noche del 21 de enero en Camas, localidad donde reside actualmente el presunto homicida.
Golpe en la cabeza
Lo que tampoco desveló Miguel en las tres ocasiones anteriores que declaró ante la Policía -fuentes cercanas al caso han destacado a este periódico la frialdad con la que ha actuado en todo momento este joven- es que condujo a Marta hasta su piso y, al parecer tras una discusión, le asestó un fuerte golpe en la cabeza con un objeto no determinado -algunas fuentes hablan de un cenicero de cristal duro-, causándole la muerte en el acto.
Miguel, en principio sin ayuda ninguna, metió el cadáver de Marta en un coche y lo llevó de madrugada hasta un puente, situado entre las localidades de Camas y Sevilla, desde donde arrojó el cuerpo sin vida de la joven al río Guadalquivir.
Todo esto lo confesó Miguel C.D. en la noche del viernes -fue detenido esa misma mañana al encontrar la Policía «pruebas irrefutables»-, aunque el subdelegado del gobierno, Juan José López Garzón, no se lo comunicó a la familia de Marta hasta la mañana de ayer. Tras 21 días de angustia, Antonio del Castillo y su esposa, Eva Casanueva -que desde el inicio del caso rechazó que su hija se hubiera fugado de casa- recibieron la dramática noticia de que Marta había sido asesinada. López Garzón también informó a los padres de una segunda detención. Se trata de Samuel B.P. de 19 años, amigo de Miguel y Marta. Su imputación obedece a que pudo haber encubierto a Miguel, aunque en principio no habría participado en el crimen. El barrio de Tartessos, donde se encuentra la casa de esta familia, derrengada por el dolor y la impotencia acumulada en 21 días, era ayer una caldera a punto e estallar. Todos conocía la mala nueva.
«No han sido novios»
Los progenitores de Marta no han tenido fuerzas para hacer declaraciones al medio centenar de periodistas que aguardaban a las puertas de su edificio. Ha sido Javier Casanueva, tío de la joven, que ha realizado una reflexión sobre la resolución del suceso, aunque no ha permitido preguntas. Javier, en primer lugar, pidió a los informadores que no denominaran al asesino como novio de su sobrina. «No se puede decir que fueran novios, tras una relación de poco más de un mes», acotó. La familia Del Castillo, sacando fuerzas de flaqueza, asevera que colaborarán con las asociaciones y colectivos que persiguen endurecer las penas para este tipo de delitos. «La Justicia debe cambiar y no se debe ser blando con asesinos fríos y calculadores como estos», acotó.
Javier abundó: «No se puede pensar que puede haber reinserción para este tipo de individuos que han actuado con tanta frialdad». Al finalizar sus palabras, el centenar de vecinos presentes, gritaron: «¡Qué se haga justicia!».
Violencia de género
La desaparición de Marta del Castillo está siendo investigada por el juzgado de instrucción 4 de Sevilla, pero en el caso de que la Policía vea indicios de que se trata de un caso de violencia de género, los detenidos pasarán a disposición del juzgado de guardia de dicha jurisdicción. Los dos detenidos, en su declaración, han sido asistidos por un abogado designado por ellos mismos.

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