El Ayuntamiento ha suspendido la circulación de todos los autobuses públicos. -La Generalitat pide que no se circule ni se realicen actividades en el exterior. -10.000 personas se han quedado sin luz en Cataluña
F. BALSELLS / LL. VISA / E. CLOTA - Barcelona - 08/03/2010 El País.com
El temporal de nieve causa estragos en Cataluña y está paralizando la vida cotidiana en Barcelona, que se ha teñido completamente de blanco y sufre la peor nevada en muchos años. El transporte se está resintiendo de forma especialmente severa. El Ayuntamiento ha suspendido la circulación de todos los autobuses públicos, y los taxis, escasos, circulan con dificultad. Decenas de semáforos han dejado de funcionar. Además de la nieve, la caída de un árbol impide la circulación del Trambaix.
F. BALSELLS / LL. VISA / E. CLOTA - Barcelona - 08/03/2010 El País.com
El temporal de nieve causa estragos en Cataluña y está paralizando la vida cotidiana en Barcelona, que se ha teñido completamente de blanco y sufre la peor nevada en muchos años. El transporte se está resintiendo de forma especialmente severa. El Ayuntamiento ha suspendido la circulación de todos los autobuses públicos, y los taxis, escasos, circulan con dificultad. Decenas de semáforos han dejado de funcionar. Además de la nieve, la caída de un árbol impide la circulación del Trambaix.
En el resto de Cataluña hay 11 carreteras cortadas por completo, aunque la Generalitat recomienda no coger el coche salvo por extrema necesidad. La nevada se ha intensificado desde primera hora de la tarde. El suministro eléctrico también se ha resentido: Fecsa Endesa ha contabilizado que unas 10.000 personas se han quedado sin luz. La compañía eléctrica está evaluando los daños. Hay poblaciones enteras, como Sant Feliu de Guíxols, que se han quedado sin luz.
La red de telefonía también se ha visto afectada por el temporal en Barcelona, aunque no hay datos concretos. También la red hospitalaria. La ronda de Dalt, que da acceso a uno de los hospitales más grandes, el Vall d'Hebron, permanece cortada. Esta circunstancia ha obligado a echar sal en los accesos al centro, aunque el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) está derivando las urgencias a otros hospitales. Los accesos al hospital Can Ruti de Badalona, uno de los mayores del área metropolitana, se encuentran totalmente colapsados no sólo por la intensa nevada que ha caído en la zona sino porque la mayoría de usuarios de consultas externas ha decidido marchase de las instalaciones, lo que provoca enormes atascos. En estos momentos la dirección del centro está reunida para encontrar soluciones a este problema y ha solicitado a Protección Civil que limpie la carretera que conduce al hospital, situado en lo alto de una montaña. A pesar de ello, los servicios sanitarios funcionan a pleno rendimiento, al igual que el resto de hospitales de la ciudad. El Ayuntamiento ha distribuido tanques de sal para esparcirlos por la calzada y evitar así la incomunicación de los servicios de urgencia.
Pese a esta situación, el aeropuerto de El Prat opera con normalidad. No así el de Girona, donde se han suspendido seis vuelos y otros tantos sufren retrasos. Un total de 44.000 alumnos no han podido ir a clase por el mal estado de las carreteras (85 de ellas están afectadas) y la Universidad Autónoma de Barcelona ha tenido que ser desalojada por temor a que la situación se complique y los trenes dejen de circular. Las autoridades ofrecerán más datos sobre las consecuencias del temporal en las próximas horas.
La red de telefonía también se ha visto afectada por el temporal en Barcelona, aunque no hay datos concretos. También la red hospitalaria. La ronda de Dalt, que da acceso a uno de los hospitales más grandes, el Vall d'Hebron, permanece cortada. Esta circunstancia ha obligado a echar sal en los accesos al centro, aunque el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) está derivando las urgencias a otros hospitales. Los accesos al hospital Can Ruti de Badalona, uno de los mayores del área metropolitana, se encuentran totalmente colapsados no sólo por la intensa nevada que ha caído en la zona sino porque la mayoría de usuarios de consultas externas ha decidido marchase de las instalaciones, lo que provoca enormes atascos. En estos momentos la dirección del centro está reunida para encontrar soluciones a este problema y ha solicitado a Protección Civil que limpie la carretera que conduce al hospital, situado en lo alto de una montaña. A pesar de ello, los servicios sanitarios funcionan a pleno rendimiento, al igual que el resto de hospitales de la ciudad. El Ayuntamiento ha distribuido tanques de sal para esparcirlos por la calzada y evitar así la incomunicación de los servicios de urgencia.
Pese a esta situación, el aeropuerto de El Prat opera con normalidad. No así el de Girona, donde se han suspendido seis vuelos y otros tantos sufren retrasos. Un total de 44.000 alumnos no han podido ir a clase por el mal estado de las carreteras (85 de ellas están afectadas) y la Universidad Autónoma de Barcelona ha tenido que ser desalojada por temor a que la situación se complique y los trenes dejen de circular. Las autoridades ofrecerán más datos sobre las consecuencias del temporal en las próximas horas.
La Jonquera, ciudad sitiada
Unos 3.000 camiones llenan los aparcamientos del municipio fronterizo y al menos cuatro autobuses se han quedado atrapados por la tormenta de nieve
REBECA CARRANCO - Girona - 08/03/2010 / El País.com
Unos 3.000 camiones llenan los aparcamientos del municipio fronterizo y al menos cuatro autobuses se han quedado atrapados por la tormenta de nieve
REBECA CARRANCO - Girona - 08/03/2010 / El País.com
"¡No te puedo atender en este momento! ¡Lo tengo todo lleno y estoy solo! ¡Mis compañeros no han podido llegar al trabajo!". El recepcionista del hotel Puerta de España, en La Jonquera, lo suelta rápido, de carrerilla, y cuelga el teléfono. Ni siquiera da tiempo de preguntarle su nombre. El municipio fronterizo gerundense de unos 3.000 habitantes se está llevando la peor parte del temporal que azota Cataluña.
Desde ayer por la noche los camiones no pueden circular. La autopista AP-7 y la Nacional II están cortadas a al altura de la frontera francesa. Al menos cuatro autobuses y decenas de turismos se han quedado atrapados en la localidad, según explica su alcalde, Jordi Cabezas (CiU). "En los 11 años que llevo como alcalde, nunca había visto una nevada así", asegura.
La maquinaria ya se ha puesto en marcha para atender a las personas que previsiblemente se verán obligadas a pasar la noche en el lugar. A las cinco de la tarde el pabellón municipal abrirá las puertas para dar cobijo a los que lo precisen. "Hasta el momento sólo nos ha pedido ayuda un autobús de franceses", explica el primer edil. Otros dos autocares con destino a Rumania están en las gasolineras y un grupo de jóvenes estudiantes leridanos ha buscado hospedaje en uno de los hoteles de la ciudad.
Muchos de ellos están ya llenos. "A la una hemos dado la última habitación de las 11 que tenemos. Ahora ya sólo podemos decir que no. No nos queda otra", explica Gabriel Ollero, el responsable del restaurante del hotel Font del Pla. Las mesas también están ocupadas, sobre todo por comensales franceses. "Nunca antes había visto tanto blanco. Estamos hablando de unos 30 centímetros de nieve. Y va a más", cuenta el hombre por teléfono.
En el buffet libre El Mirador también van hasta arriba de trabajo. "Estamos saturados, de los nervios", confiesa Juan, uno de los trabajadores. La clientela la conforman los miles de camioneros que ya ayer hicieron noche en el lugar. Juan no ve el restaurante de enfrente a causa de la ventisca de nieve. "Las máquinas quitanieves brillan por su ausencia", se lamenta. Él vive en Figueres. Tampoco está claro que pueda volver. A malas, dormirá en el suelo del buffet libre.
Mejor lo tienen los camioneros, como Juan Manuel Muñoz, de 33 años. Ha pasado la noche en la cabina del vehículo. "Con el calefactor y manga corta. ¿Sabes el gustito que da mirar por las cortinas y verlo todo nevado?", presume. La nieve y la carretera cortada no le pillan por sorpresa. Tampoco le preocupa en exceso quedarse en La Jonquera un par de días. Lo malo vendrá cuando toque retomar el viaje a Marsella (Francia), donde tiene que descargar los coches Nissan que transporta: "Cuando tengamos que salir todos los camiones a la vez, nos vamos a reír".
El mal tiempo está previsto que continúe en Girona hasta mañana a las siete de la mañana. Las clases se han suspendido en la mayor parte de la provincia, no hay transporte escolar y son imprescindibles las cadenas para circular por buena parte de las carreteras. El mar está impracticable, con olas previstas de hasta 7 metros, y las embarcaciones de los puertos de Blanes y Llançà se han trasladado a otros puertos más seguros, como el de Sant Feliu de Guíxols o Arenys para evitar destrozos como los del temporal de 2008. El aeropuerto también se ha visto afectado. Hasta el momento se han desviado 10 vuelos a Reus y Barcelona y otros 9 han sido cancelados. La nevada de las últimas horas ya empieza a ser histórica. "¡No veíamos nevar así desde 1986!", repiten los lugareños. Y eso que lo peor está aún por llegar.
La maquinaria ya se ha puesto en marcha para atender a las personas que previsiblemente se verán obligadas a pasar la noche en el lugar. A las cinco de la tarde el pabellón municipal abrirá las puertas para dar cobijo a los que lo precisen. "Hasta el momento sólo nos ha pedido ayuda un autobús de franceses", explica el primer edil. Otros dos autocares con destino a Rumania están en las gasolineras y un grupo de jóvenes estudiantes leridanos ha buscado hospedaje en uno de los hoteles de la ciudad.
Muchos de ellos están ya llenos. "A la una hemos dado la última habitación de las 11 que tenemos. Ahora ya sólo podemos decir que no. No nos queda otra", explica Gabriel Ollero, el responsable del restaurante del hotel Font del Pla. Las mesas también están ocupadas, sobre todo por comensales franceses. "Nunca antes había visto tanto blanco. Estamos hablando de unos 30 centímetros de nieve. Y va a más", cuenta el hombre por teléfono.
En el buffet libre El Mirador también van hasta arriba de trabajo. "Estamos saturados, de los nervios", confiesa Juan, uno de los trabajadores. La clientela la conforman los miles de camioneros que ya ayer hicieron noche en el lugar. Juan no ve el restaurante de enfrente a causa de la ventisca de nieve. "Las máquinas quitanieves brillan por su ausencia", se lamenta. Él vive en Figueres. Tampoco está claro que pueda volver. A malas, dormirá en el suelo del buffet libre.
Mejor lo tienen los camioneros, como Juan Manuel Muñoz, de 33 años. Ha pasado la noche en la cabina del vehículo. "Con el calefactor y manga corta. ¿Sabes el gustito que da mirar por las cortinas y verlo todo nevado?", presume. La nieve y la carretera cortada no le pillan por sorpresa. Tampoco le preocupa en exceso quedarse en La Jonquera un par de días. Lo malo vendrá cuando toque retomar el viaje a Marsella (Francia), donde tiene que descargar los coches Nissan que transporta: "Cuando tengamos que salir todos los camiones a la vez, nos vamos a reír".
El mal tiempo está previsto que continúe en Girona hasta mañana a las siete de la mañana. Las clases se han suspendido en la mayor parte de la provincia, no hay transporte escolar y son imprescindibles las cadenas para circular por buena parte de las carreteras. El mar está impracticable, con olas previstas de hasta 7 metros, y las embarcaciones de los puertos de Blanes y Llançà se han trasladado a otros puertos más seguros, como el de Sant Feliu de Guíxols o Arenys para evitar destrozos como los del temporal de 2008. El aeropuerto también se ha visto afectado. Hasta el momento se han desviado 10 vuelos a Reus y Barcelona y otros 9 han sido cancelados. La nevada de las últimas horas ya empieza a ser histórica. "¡No veíamos nevar así desde 1986!", repiten los lugareños. Y eso que lo peor está aún por llegar.
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