Málaga, Barcelona y Alicante tienen más de la mitad del litoral cementado, según un informe hecho con imágenes de satélite entre los años 2000 y 2005
RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 23/03/2009/ El País.com
RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 23/03/2009/ El País.com
Juan Antonio Ramírez recuerda cómo hace sólo tres años "las oficinas de los promotores inmobiliarios de Huelva eran como las churrerías. Había cola para comprar un piso en la costa", según evoca este agente inmobiliario afincado en la costa onubense, donde "aún se pueden comprar casas a 150 metros del mar", apunta.
La burbuja inmobiliaria se ha cebado con el litoral. Entre 2000 y 2005 la superficie urbanizada en los dos primeros kilómetros de costa creció un 22% en toda España (un ritmo que duplicó el del anterior periodo analizado, 1987-2000). Pero el detalle de los datos acumulados por el Observatorio de la Sostenibilidad de España, organismo del Ministerio de Medio Ambiente y de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), revela que Valencia (53,5% de incremento), Huelva (48,1%) y Alicante (37,4%) son las provincias en las que más aumentó la urbanización. El ladrillo castigó mucho a la Comunidad Valenciana, que en sólo seis años cementó el 10,66% de sus dos primeros kilómetros de costa, por el 8,71% de Málaga y el 7,39% de Cataluña.
En Huelva aumentó mucho la urbanización porque mantiene uno de los litorales menos construidos de España: tiene urbanizado el 14% en los dos primeros kilómetros, y sólo en el periodo analizado urbanizó el 4,52% del litoral, menos que otras provincias. El fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo de Huelva, Alfredo Flores, señala: "Esto no es Benidorm. Se ha construido en la costa, pero los principales problemas urbanísticos los tenemos en el interior".
El informe, hecho con imágenes de satélite para el estudio Corine Land Cover, de la Agencia Europea de Medio Ambiente, es comparable con datos de 1987 y 2000. No es el más preciso (cuando se hace con más detalle la superficie urbanizada suele ser aún mayor, por lo que no se le puede acusar de exagerar la realidad), pero sí resalta las tendencias. Pese a que la investigadora del estudio anunció públicamente que lo presentaría antes de enero, un portavoz del Observatorio de la Sostenibilidad aseguró el viernes que dicho estudio "no existe". Este organismo fue creado en 2004 con el objetivo principal de "producir y difundir" un informe anual sobre el medioambiente, lo que no hizo en 2008. El Gobierno acaba de prorrogar su subvención al Observatorio (180.000 euros anuales durante la pasada legislatura).
Además, el informe confirma la situación que se describe en el plan llamado Estrategia de Sostenibilidad de la Costa, que anunció la ex ministra Cristina Narbona en 2007 y que sigue sin ser aprobado. "Asistimos al desbordamiento de la capacidad de carga de la costa. El 44% de la población vive en municipios costeros que apenas representan el 7% del territorio", se indica en el citado plan.
El catedrático de Gestión de Zonas Costeras de la Universidad de Cádiz, Juan Manuel Barragán, afirma: "La sociedad se ha emborrachado de cemento. Cuando dentro de unos años miremos atrás y veamos lo que hicimos con la costa durante la burbuja inmobiliaria nos daremos cuenta de que fue un disparate. Unos pocos han ganado muchísimo a costa de un patrimonio común", destaca, y añade: "El litoral ha perdido valor. El turismo de calidad no busca cemento, que eso ya lo tiene en Düsseldorf, sino playas cuidadas, y cada vez quedan menos".
En Málaga y Alicante, el 52% de sus dos primeros kilómetros de costa están ya construidos; en Barcelona, el 68%. En cambio, la ocupación en el Cantábrico y Galicia es muy inferior (entre el 24% de Pontevedra y el 6% de Lugo), si bien se aprecian tensiones alcistas. Es lo que Pilar Marcos, responsable de Costas de Greenpeace, define como "mediterranización del Cantábrico". Entre las ocho provincias en las que más aumentó la urbanización están Asturias (un 38%) y Vizcaya (30,3%). "No puede ser que sólo en Cádiz haya 50.000 viviendas ilegales en 17 municipios costeros. Eso no ocurre en ningún país de Europa", denuncia Barragán.
Y es que la burbuja inmobiliaria ha generado un daño estructural al litoral, aunque la tendencia ahora se esté invirtiendo. Ramírez, el citado vendedor de Huelva, ya no vende tres casas a la semana, sino tres al mes. Aun así, los expertos temen un efecto rebote: el terreno sigue calificado como urbanizable, esperando tiempos mejores.
Y existe el riesgo de que, si alguien tiene dinero para construir, ninguna administración le va a poner pegas, dada la crisis. Medio Ambiente ya ha frenado el derribo de un hotel ilegal que bloquea el acceso a una de las grandes playas de Lanzarote.
La burbuja inmobiliaria se ha cebado con el litoral. Entre 2000 y 2005 la superficie urbanizada en los dos primeros kilómetros de costa creció un 22% en toda España (un ritmo que duplicó el del anterior periodo analizado, 1987-2000). Pero el detalle de los datos acumulados por el Observatorio de la Sostenibilidad de España, organismo del Ministerio de Medio Ambiente y de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), revela que Valencia (53,5% de incremento), Huelva (48,1%) y Alicante (37,4%) son las provincias en las que más aumentó la urbanización. El ladrillo castigó mucho a la Comunidad Valenciana, que en sólo seis años cementó el 10,66% de sus dos primeros kilómetros de costa, por el 8,71% de Málaga y el 7,39% de Cataluña.
En Huelva aumentó mucho la urbanización porque mantiene uno de los litorales menos construidos de España: tiene urbanizado el 14% en los dos primeros kilómetros, y sólo en el periodo analizado urbanizó el 4,52% del litoral, menos que otras provincias. El fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo de Huelva, Alfredo Flores, señala: "Esto no es Benidorm. Se ha construido en la costa, pero los principales problemas urbanísticos los tenemos en el interior".
El informe, hecho con imágenes de satélite para el estudio Corine Land Cover, de la Agencia Europea de Medio Ambiente, es comparable con datos de 1987 y 2000. No es el más preciso (cuando se hace con más detalle la superficie urbanizada suele ser aún mayor, por lo que no se le puede acusar de exagerar la realidad), pero sí resalta las tendencias. Pese a que la investigadora del estudio anunció públicamente que lo presentaría antes de enero, un portavoz del Observatorio de la Sostenibilidad aseguró el viernes que dicho estudio "no existe". Este organismo fue creado en 2004 con el objetivo principal de "producir y difundir" un informe anual sobre el medioambiente, lo que no hizo en 2008. El Gobierno acaba de prorrogar su subvención al Observatorio (180.000 euros anuales durante la pasada legislatura).
Además, el informe confirma la situación que se describe en el plan llamado Estrategia de Sostenibilidad de la Costa, que anunció la ex ministra Cristina Narbona en 2007 y que sigue sin ser aprobado. "Asistimos al desbordamiento de la capacidad de carga de la costa. El 44% de la población vive en municipios costeros que apenas representan el 7% del territorio", se indica en el citado plan.
El catedrático de Gestión de Zonas Costeras de la Universidad de Cádiz, Juan Manuel Barragán, afirma: "La sociedad se ha emborrachado de cemento. Cuando dentro de unos años miremos atrás y veamos lo que hicimos con la costa durante la burbuja inmobiliaria nos daremos cuenta de que fue un disparate. Unos pocos han ganado muchísimo a costa de un patrimonio común", destaca, y añade: "El litoral ha perdido valor. El turismo de calidad no busca cemento, que eso ya lo tiene en Düsseldorf, sino playas cuidadas, y cada vez quedan menos".
En Málaga y Alicante, el 52% de sus dos primeros kilómetros de costa están ya construidos; en Barcelona, el 68%. En cambio, la ocupación en el Cantábrico y Galicia es muy inferior (entre el 24% de Pontevedra y el 6% de Lugo), si bien se aprecian tensiones alcistas. Es lo que Pilar Marcos, responsable de Costas de Greenpeace, define como "mediterranización del Cantábrico". Entre las ocho provincias en las que más aumentó la urbanización están Asturias (un 38%) y Vizcaya (30,3%). "No puede ser que sólo en Cádiz haya 50.000 viviendas ilegales en 17 municipios costeros. Eso no ocurre en ningún país de Europa", denuncia Barragán.
Y es que la burbuja inmobiliaria ha generado un daño estructural al litoral, aunque la tendencia ahora se esté invirtiendo. Ramírez, el citado vendedor de Huelva, ya no vende tres casas a la semana, sino tres al mes. Aun así, los expertos temen un efecto rebote: el terreno sigue calificado como urbanizable, esperando tiempos mejores.
Y existe el riesgo de que, si alguien tiene dinero para construir, ninguna administración le va a poner pegas, dada la crisis. Medio Ambiente ya ha frenado el derribo de un hotel ilegal que bloquea el acceso a una de las grandes playas de Lanzarote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario