ETA intentó sacar en helicóptero de la cárcel al terrorista que quiso matar al Rey

A. TORICES / M. SÁIZ-PARDO COLPISA. MADRID/ La Verdad
El jefe del 'comando Vizcaya' preparó la fuga, pero no pudo ejecutarla ni en 2007 ni en 2008
Interior da por liquidado el plan con 7 detenciones
La cúpula de ETA envió a Portugal poco antes del verano de 2007 a los jefes del comando Vizcaya, Arkaitz Goikoetxea y Jurdan Martitegi, para que secuestrasen un helicóptero con piloto y sacasen de la cárcel de Huelva a dos peligrosos terroristas, confirmaron ayer fuentes antiterroristas.
Uno de los presos a los que intentaron liberar sin éxito es Gorka García Sertucha, el etarra que durante el verano de 1995 trató de matar en Mallorca al Rey con un rifle de precisión y al que, según su propia declaración, tuvo en el punto de mira al menos en tres ocasiones. El otro etarra es Igor Solana, el asesino del fiscal jefe de Andalucía, Luis Portero, y del concejal del PP en Málaga José María Martín Carpena, entre otros crímenes cometidos desde el comando Andalucía de principios de este siglo. Los dos forman parte del ala más dura y violenta de la banda.
El plan de evasión, que se conoce gracias a los documentos incautados en mayo de 2008 en Burdeos al número uno de ETA, Javier López Peña, Thierry, no pudo ejecutarse en 2007 y se aplazó al verano siguiente, pero la desarticulación del comando Vizcaya y la detención de Goikoetxea, el 22 de julio de 2008, frustraron también el segundo intento.
Las indagaciones que la Guardia Civil realiza desde el otoño pasado para desentrañar la trama reflejada en los documentos de Thierry concluyeron ayer con siete detenciones y varios registros en celdas y en pisos de Huelva y Vizcaya, ordenados por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. Interior cree que ha logrado desmantelar la estructura montada por ETA para ejecutar la fuga, un objetivo que calificó de prioritario porque la banda aún tenía «activado» el plan y podía intentar la huida por tercera vez este mismo verano.
Los agentes han detenido e interrogado por el plan de fuga a García Sertucha, que sigue encerrado en la cárcel de Huelva; a Solana, que desde febrero cumple condena en Picasent (Valencia); y a Goikoetxea, que está encarcelado en Valdemoro (Madrid) desde que su comando, autor del asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel, fue desarticulado. Martitegi, detenido el invierno pasado cuando estaba al mando de los comandos etarras, está encarcelado en Francia.
La trama en el exterior
De forma paralela, miembros de la unidad antiterrorista apresaron a la novia de García Sertucha, Ana Paz, cuando le visitaba en prisión; arrestaron a Juana Orta, presunta colaboradora y propietaria del piso donde Paz se aloja en la capital onubense; y detuvieron en Bilbao al abogado de Gestoras Pro-amnistía Iñaki Goyoaga, que actuó como letrado del terrorista. Orta quedó en libertad horas después. La septima detenida, en Getxo (Vizcaya), fue Inge Urrutia, a la que consideran la novia de Asier Borrero, la mano derecha de Goikoetxea en el comando Vizcaya, que logró huir a Francia tras eludir la desarticulación del grupo. Fuentes antiterroristas creen que Borrero es uno de los dos etarras que esta semana disparó sobre un gendarme en Francia.
La Guardia Civil tiene indicios de la implicación de todos los arrestados en los planes de fuga fracasados, por lo que la próxima semana pasarán a disposición de Grande-Marlaska, que casualmente es el magistrado al que el comando Vizcaya trató de asesinar en 2007 en su casa de La Rioja.
Los datos que han trascendido señalan que en mayo de 2007, pocas semanas antes de que ETA rompiese de forma oficial el alto el fuego, Garikoitz Azpiazu, Txeroki, el entonces jefe de los comandos etarras, ordenó a Goikoetxea y a Martitegi, con el visto bueno de Thierry, que creasen en Portugal una infraestructura para cometer atentados en España y que comprobasen si era posible liberar a García Sertucha y a Solana y esconderlos en el Algarve.
Los dos jefes del Vizcaya permanecieron en la zona hasta finales de junio o primeros de julio, recorrieron centenares de kilómetros, reunieron documentación y planos, alquilaron viviendas, robaron y alquilaron vehículos y copiaron matrículas de coches portugueses con la intención de utilizar los duplicados en sus acciones.
El control de Ayamonte
El suceso que les obligó a volver precipitadamente al País Vasco ocurrió el 21 de junio. Ambos tuvieron que abandonar un Ford Focus cargado con 115 kilos de explosivo y alquilado dos días antes en Lisboa en la frontera española de Ayamonte (Huelva) por la existencia de un control policial. Regresaron a Bilbao en un Seat Ibiza alquilado en Portugal que más tarde usaron como vehículo de fuga tras colocar un coche bomba en el cuartel de la Guardia Civil de Durango (Vizcaya) el 20 de agosto de 2007, en el que se convirtió en el primer atentado etarra tras la ruptura oficial del alto el fuego (6 de junio). Todo el año siguiente fueron prácticamente el único grupo operativo de ETA, con una docena de atentados en el País Vasco y provincias limítrofes.
Las órdenes de Txeroki eran que Goikoetxea y Borrero abandonasen el País Vasco al comienzo del verano de 2008 y que se desplazasen a Andalucía y Portugal para hacerse cargo de la campaña de atentados en la costa y del intento de liberación de los presos de Huelva. El segundo intento fue abortado por la caída del Vizcaya en julio, que al parecer tuvo mucho que ver con la detención de Thierry y el resto del aparato político de ETA dos meses antes.
Otro grupo etarra vivió parte de los meses de julio y agosto de 2008 en Andalucía occidental y en el Algarve portugués, pero no consta que la dirección les ordenase retomar los planes de fuga. Fueron los terroristas que hicieron estallar bombas con temporizador en la Costa del Sol -Malaga, Torremolinos y Benalmádena- el 17 de agosto, a donde acudieron en un coche robado a punta de pistola el día anterior en Faro (Portugal) y con el que huyeron a Salamanca, donde fue hallado abandonado y con una bomba incendiaria en su interior cinco meses después.